¡Oh san Martín Padre mí. Atiéndeme.
En las Angustias de mi pobreza. Confórtame.
En los quebrantos de mi infortunio. Sálvame.
En mis penas y tribulaciones. Consuélame.
En mis peligros y adversidades. Defiéndeme.
En mis tristezas y tentaciones. Protégeme.
En mis dolencias y enfermedades. Socórreme.
Dame la salud si me conviene, y líbrame de cualquier mal del alma y de cuerpo.
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